Desde Ongi Etorri Errefuxiatuak Santutxu seguimos apoyando, organizando y difundiendo la campaña «el abrazo de
los pueblos» que se llevará a cabo el próximo 5 de Mayo en varias ciudades
europeas. Es una campaña que se adoptó en el encuentro de Artea, realizado el pasado 10
y 11 de Noviembre. Lo convocaron tanto la plataforma Ongi Etorri como la
Caravana Abriendo Fronteras y a él acudieron representantes de varias entidades
europeas.
Se aprobó tanto un
compromiso de todas las organizaciones presentes como una declaración en el que
se justifican los contenidos de la campaña y que adjuntamos a continuación.
El objetivo de la campaña
es denunciar las políticas migratorias de la Unión Europea y de los gobiernos
miembros, y que están contribuyendo a convertir el mar Mediterráneo en un
cementerio, impidiendo incluso las labores humanitarias de algunos colectivos e
iniciativas, como hemos visto con el Aita Mari.
El próximo 5 de Mayo, a
las 12 del mediodía, nos concentraremos en Durango, coincidiendo con el
octogésimo segundo aniversario del bombardeo de la ciudad, durante la Guerra
Civil, en defensa de los derechos humanos, la acogida de los refugiados,
emigrantes y asilados. Lo haremos al mismo tiempo que en otras muchas ciudades
europeas, como acto de protesta por esta Europa insolidaria, cómplice de las
guerras a través de la fabricación y el comercio de arma, que omite ahora
incluso el deber de socorro a personas que se ahogan en el Mediterráneo.
Declaración de Artea
Por la defensa de la humanidad, de las
personas migrantes y de su libre movimiento y acogida en Europa y contra el
neofascismo
En
estos momentos en
Europa, de forma
acelerada, ganan terreno
fuerzas de extrema derecha y neofascistas entre
importantes sectores de la población, arrojando olas de odio sobre las
personas migrantes y
refugiadas, a las
que culpan de
los males de
nuestras sociedades, del desempleo,
de los bajos
salarios, de la
crisis social y
económica, del aumento de la
delincuencia y del machismo.
Y
en consecuencia esas
fuerzas extremistas, junto
a quienes desde
sectores de centroizquierda y de
derecha asumen algunos de sus postulados, incrementan las injustas
políticas migratorias ya
existentes, como las
expulsiones masivas, cierran
las fronteras y arrojan a la muerte a decenas de miles de
migrantes en las aguas del Mediterráneo, en los desiertos de África y en otros
lugares sin nombre, negándoles derechos humanos básicos, la vida y el derecho a
migrar.
1. Los responsables de Manifestamos esta crisis, producto del desarrollo de estrategias
neoliberales, son las élites que gobiernan Europa y no las personas migrantes y
refugiadas. Las políticas de esas
elites generan paro
y precariedad, eliminación
de servicios públicos
esenciales y recortes sociales,
utilizan como chivo expiatorio a la inmigración y fomentan sentimientos
xenófobos y la guerra entre pobres, para ganar votos y evadir la
responsabilidad de quienes nos gobiernan.
La
presencia de las
personas migrantes y refugiadas en
Europa es, sin
embargo, positiva. Enriquece nuestras
sociedades, nuestras formas
de vida y
nuestras actitudes frente
a las otras, refuerza
el desarrollo de
la convivencia entre
diferentes, e impulsa
procesos de solidaridad y de
búsqueda de la igualdad.
Por eso denunciamos la manipulación y
falsedad del discurso que culpa a la migración de la crisis social
y económica en
Europa y oculta
la responsabilidad de
las elites europeas
en dicha crisis.
2. La UE, los gobiernos europeos y
las grandes empresas trasnacionales
son responsables del éxodo
migratorio: millones de
personas huyen de
las guerras alimentadas
con armas fabricadas en
Europa, y de
la miseria provocada
por las políticas
comerciales neocolonialistas, por la desestructuración social derivada
de dichas políticas, por el saqueo de
los recursos mineros
y energéticos, por el acaparamiento
de tierras que
desplaza a cientos de
miles de personas
y por la
destrucción ambiental responsable
del cambio climático
Y son asimismo responsables de las consecuencias
de dicho éxodo, de las muertes, prisión, esclavitud y
trato inhumano de
miles de personas
en el largo
viaje hacia Europa,
y de la violencia
que en él
se ejerce contra
menores, personas LGTBI
y mujeres, a
muchas de las cuales se les empuja a las redes de
trata.
La violación de los Derechos Humanos de las
personas refugiadas y migrantes es, asimismo, una constante
también cuando se
encuentran en Europa:
aquí sufren violencia, discriminación y explotación,
especialmente agravadas en las mujeres migrantes.
Por ello exigimos:
El cumplimiento por ellos exigimos estricto de
la declaración universal
de los Derechos
humanos, que todas las personas migrantes puedan moverse libremente y
que disfruten de los mismos derechos que el resto de quienes habitamos en
Europa
El cese de la externalización de las fronteras, de
la fabricación y venta de armas europeas,
del saqueo de
recursos y del
acaparamiento de tierras,
así como un cambio sustancial en las políticas
económicas y comerciales actuales
Políticas migratorias acordes con los derechos
humanos, cese de las expulsiones y establecimiento de
vías de pasaje
seguro para quienes
quieren migrar de sus
países
3. En Europa la solidaridad con las personas
refugiadas y migrantes, expresada por gentes europeas y
por redes de
migrantes, está siendo
criminalizada tanto por
gobiernos autoritarios y extremistas, como por gobiernos conservadores y
de centroizquierda.
Salvar
vidas, solidarizarse y
apoyar a personas
a las que
se les ha
arrebatado todo, acogerlas, convivir
con ellas, defenderlas
legalmente y ayudarlas
a encontrar una
nueva oportunidad en una nueva tierra se ha convertido en delito.
Por ello planteamos que es hora no solo de
frenar esta criminalización, sino de apoyar -en las esferas
locales, nacionales, estatales
e internacionales correspondientes- a
estas personas y organizaciones y enaltecer los valores que defienden.
4. El
rechazo, las deportaciones y la creciente
persecución violenta de
migrantes y refugiadas liderada
por las fuerzas de extrema derecha y neofascistas en Europa como un elemento
central de su estrategia política, tienen como objetivos, en primer lugar,
acabar con la vida social y política que lucha por establecer una sociedad de
iguales en derechos y libertades,
regida por los
valores y prácticas
de dignidad, respeto,
solidaridad, inclusión y democracia, en definitiva valores de
humanidad.
En
segundo lugar esa
estrategia pretende construir
una sociedad autoritaria
y patriarcal basada en
el odio y
en la exclusión
de las personas
vulnerables, empobrecidas, excluidas, diferentes, migrantes.
Enfrentarse a
esas políticas institucionales racistas
de exclusión y
rechazo es hoy
una actitud clave para
hacer frente y
detener la implantación
en Europa del
modo de vida antihumano que ante el fracaso de la
Europa social, el recorte de derechos y
la crisis de la democracia
proponen las fuerzas
extremistas de derecha
y neofascistas y
quienes las secundan.
Por eso nos comprometemos a rechazar las políticas de odio y
discriminación como norma de convivencia,
y a defender
los valores de
humanidad y solidaridad
como modo de vida en Europa.
Y mientras
esas políticas de
odio y exclusión
no sean barridas
de nuestras sociedades, eliminadas las causas de las
migraciones y alcanzado el objetivo de todos los derechos para todas las
persona - porque los derechos que no son
para todas, son privilegios
Nos comprometemos a
recordar que todas
las personas siempre
hemos sido migrantes: nuestros
mayores, nuestras madres
y padres sufrieron -y probablemente nuestras hijas, hijos y
descendientes sufran- el dolor y la miseria de las migraciones, el exilio y la
desigualdad.
Y por todo ello nos comprometemos a manifestar una solidaridad activa
con las personas que ahora padecen esa situación y a considerarlas una parte
integral de nuestras sociedades.
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