sábado, 13 de abril de 2019

5M: El abrazo de los pueblos


Desde Ongi Etorri Errefuxiatuak Santutxu seguimos apoyando, organizando y difundiendo la campaña «el abrazo de los pueblos» que se llevará a cabo el próximo 5 de Mayo en varias ciudades europeas. Es una campaña que se adoptó en  el encuentro de Artea, realizado el pasado 10 y 11 de Noviembre. Lo convocaron tanto la plataforma Ongi Etorri como la Caravana Abriendo Fronteras y a él acudieron representantes de varias entidades europeas.

Se aprobó tanto un compromiso de todas las organizaciones presentes como una declaración en el que se justifican los contenidos de la campaña y que adjuntamos a continuación.

El objetivo de la campaña es denunciar las políticas migratorias de la Unión Europea y de los gobiernos miembros, y que están contribuyendo a convertir el mar Mediterráneo en un cementerio, impidiendo incluso las labores humanitarias de algunos colectivos e iniciativas, como hemos visto con el Aita Mari.

El próximo 5 de Mayo, a las 12 del mediodía, nos concentraremos en Durango, coincidiendo con el octogésimo segundo aniversario del bombardeo de la ciudad, durante la Guerra Civil, en defensa de los derechos humanos, la acogida de los refugiados, emigrantes y asilados. Lo haremos al mismo tiempo que en otras muchas ciudades europeas, como acto de protesta por esta Europa insolidaria, cómplice de las guerras a través de la fabricación y el comercio de arma, que omite ahora incluso el deber de socorro a personas que se ahogan en el Mediterráneo.



Declaración de Artea

Por la defensa de la humanidad, de las personas migrantes y de su libre movimiento y acogida en Europa y contra el neofascismo

En  estos  momentos  en  Europa,  de  forma  acelerada,  ganan  terreno  fuerzas  de  extrema derecha y neofascistas entre importantes sectores de la población, arrojando olas de odio sobre  las  personas  migrantes  y  refugiadas,  a  las  que  culpan  de  los  males  de  nuestras sociedades,  del  desempleo,  de  los  bajos  salarios,  de  la  crisis  social  y  económica,  del aumento de la delincuencia y del machismo.

Y   en   consecuencia   esas   fuerzas   extremistas,   junto   a   quienes   desde   sectores   de centroizquierda y de derecha asumen algunos de sus postulados, incrementan las injustas políticas  migratorias  ya  existentes,  como  las  expulsiones  masivas,  cierran  las  fronteras  y arrojan a la muerte a decenas de miles de migrantes en las aguas del Mediterráneo, en los desiertos de África y en otros lugares sin nombre, negándoles derechos humanos básicos, la vida y el derecho a migrar.

 Manifestamos

1. Los responsables de Manifestamos esta crisis, producto del desarrollo de estrategias neoliberales, son las élites que gobiernan Europa y no las personas migrantes y refugiadas. Las políticas de esas  elites  generan  paro  y  precariedad,  eliminación  de  servicios  públicos  esenciales  y recortes sociales, utilizan como chivo expiatorio a la inmigración y fomentan sentimientos xenófobos y la guerra entre pobres, para ganar votos y evadir la responsabilidad de quienes nos gobiernan.

La  presencia  de  las  personas  migrantes  y  refugiadas  en  Europa  es,  sin  embargo,  positiva. Enriquece  nuestras  sociedades,  nuestras  formas  de  vida  y  nuestras  actitudes  frente  a  las otras,  refuerza  el  desarrollo  de  la  convivencia  entre  diferentes,  e  impulsa  procesos  de solidaridad y de búsqueda de la igualdad.

Por eso denunciamos la manipulación y falsedad del discurso que culpa a la migración de la crisis  social  y  económica  en  Europa  y  oculta  la  responsabilidad  de  las  elites  europeas  en dicha crisis.

2. La UE, los  gobiernos europeos y las grandes empresas  trasnacionales son  responsables del  éxodo  migratorio:  millones  de  personas  huyen  de  las  guerras  alimentadas  con  armas fabricadas    en    Europa,    y    de    la    miseria    provocada    por    las    políticas    comerciales neocolonialistas, por la desestructuración social derivada de dichas políticas, por el saqueo de  los  recursos  mineros  y  energéticos,  por  el  acaparamiento  de  tierras  que  desplaza  a cientos  de  miles  de  personas    y  por  la  destrucción  ambiental  responsable    del    cambio climático



Y son asimismo responsables de las consecuencias de dicho éxodo, de las muertes, prisión, esclavitud  y  trato  inhumano  de  miles  de  personas  en  el  largo  viaje  hacia  Europa,  y  de  la violencia  que  en  él  se  ejerce  contra  menores,  personas  LGTBI  y  mujeres,  a  muchas  de  las cuales se les empuja a las redes de trata.

La violación de los Derechos Humanos de las personas refugiadas y migrantes es, asimismo, una    constante    también    cuando    se    encuentran    en    Europa:    aquí    sufren    violencia, discriminación y explotación, especialmente agravadas en las mujeres migrantes.


      Por ello exigimos
     El cumplimiento por ellos exigimos estricto  de  la  declaración  universal  de  los  Derechos  humanos, que todas las personas migrantes puedan moverse libremente y que disfruten de los mismos derechos que el resto de quienes habitamos en Europa

    El cese de la externalización de las fronteras, de la fabricación y venta de armas europeas,  del  saqueo  de  recursos  y  del  acaparamiento  de  tierras,  así  como  un cambio sustancial en las políticas económicas y comerciales actuales

     Políticas migratorias acordes con los derechos humanos, cese de las expulsiones y establecimiento  de  vías  de  pasaje  seguro  para  quienes  quieren  migrar  de  sus países

3. En Europa la solidaridad con las personas refugiadas y migrantes, expresada por gentes europeas   y   por   redes   de   migrantes,   está   siendo   criminalizada   tanto   por   gobiernos autoritarios y extremistas, como por gobiernos conservadores y de centroizquierda.

Salvar  vidas,  solidarizarse  y  apoyar  a  personas  a  las  que  se  les  ha  arrebatado  todo, acogerlas,  convivir  con  ellas,  defenderlas  legalmente  y  ayudarlas  a  encontrar  una  nueva oportunidad en una nueva tierra se ha convertido en delito.

Por ello planteamos que es hora no solo de frenar esta criminalización, sino de apoyar -en las   esferas   locales,   nacionales,   estatales   e   internacionales   correspondientes-   a   estas personas y organizaciones y enaltecer los valores que defienden.

4.   El   rechazo,   las   deportaciones   y   la   creciente   persecución   violenta   de   migrantes   y refugiadas liderada por las fuerzas de extrema derecha y neofascistas en Europa como un elemento central de su estrategia política, tienen como objetivos, en primer lugar, acabar con la vida social y política que lucha por establecer una sociedad de iguales en derechos y libertades,  regida  por  los  valores  y  prácticas  de  dignidad,  respeto,  solidaridad,  inclusión  y democracia, en definitiva valores de humanidad.


En  segundo  lugar  esa  estrategia  pretende  construir  una  sociedad  autoritaria  y  patriarcal basada  en  el  odio  y  en  la  exclusión  de  las  personas  vulnerables,  empobrecidas,  excluidas, diferentes, migrantes.

Enfrentarse  a  esas  políticas  institucionales    racistas    de  exclusión  y  rechazo  es  hoy  una actitud  clave  para  hacer  frente  y  detener  la  implantación  en  Europa  del  modo  de  vida antihumano que ante el fracaso de la Europa social, el recorte de derechos y  la crisis de la democracia    proponen  las  fuerzas  extremistas  de  derecha  y  neofascistas  y  quienes  las secundan.

Por eso nos comprometemos a rechazar las políticas de odio y discriminación como norma  de  convivencia,  y  a  defender  los  valores  de  humanidad  y  solidaridad  como modo de vida en Europa.

Y  mientras  esas  políticas  de  odio  y  exclusión  no  sean  barridas  de  nuestras  sociedades, eliminadas las causas de las migraciones y alcanzado el objetivo de todos los derechos para todas las persona  - porque los derechos que no son para todas, son privilegios

Nos  comprometemos  a  recordar  que  todas  las  personas  siempre  hemos  sido migrantes:     nuestros    mayores,    nuestras    madres     y    padres    sufrieron     -y probablemente nuestras hijas, hijos y descendientes sufran- el dolor y la miseria de las migraciones, el exilio y la desigualdad.

Y por todo ello nos comprometemos a manifestar una solidaridad activa con las personas que ahora padecen esa situación y a considerarlas una parte integral de nuestras sociedades.